La protección de la niñez en riesgo se ha vuelto una meta primordial para las organizaciones dedicadas a fomentar un desarrollo equitativo e inclusivo. En este marco, Mazda de México ha introducido Mazda Kokoro, un programa de responsabilidad social que integra el progreso empresarial de la empresa con un esquema de ayuda organizado para los niños y niñas en situación desfavorable.
El proyecto se fundamenta en una perspectiva a largo plazo que concibe la inversión social no como un acto aislado, sino como un componente esencial del objetivo empresarial. Mediante contribuciones directas asociadas a cada automóvil vendido y servicio ofrecido, Mazda dirige fondos hacia entidades civiles especializadas en la atención integral de la infancia en diversas zonas del país.
Un esquema que relaciona los resultados económicos con el bienestar social
Mazda Kokoro —término japonés que alude al “corazón” o “esencia”— representa una innovación dentro del sector automotriz. Desde el 2 de enero de 2025, por cada auto vendido se destinan 100 pesos a causas sociales, mientras que cada servicio de mantenimiento suma 25 pesos adicionales. Estos fondos se canalizan a través de los 18 grupos de distribuidores Mazda, que seleccionan organizaciones locales con base en las necesidades específicas de cada comunidad.
La estructura descentralizada del programa permite atender con precisión una amplia gama de problemáticas: acceso a educación, salud, vivienda, alimentación, apoyo emocional y espacios recreativos. Este enfoque asegura que los recursos se utilicen de forma eficiente, con resultados adaptados a la realidad de cada región.
En tan solo unos meses de operación, Mazda Kokoro ha reunido más de 20 millones de pesos. La meta proyectada para su primer año es beneficiar a más de 159,000 niñas y niños y generar efectos positivos en al menos 640,000 familias mexicanas. Estos indicadores reflejan el potencial del programa como vehículo de transformación social.
Claridad, voluntariado y evaluación de resultados
Uno de los pilares de Mazda Kokoro es la rendición de cuentas. Para garantizar la transparencia en el uso de los recursos, la empresa anunció la publicación de informes semestrales con los resultados del programa, promoviendo una cultura de evaluación y mejora continua.
La colaboración corporativa es un componente clave en la planificación estratégica, brindando oportunidades para que trabajadores, distribuidores y socios aporten su tiempo y habilidades al apoyo de las actividades de las organizaciones asistidas. Este enfoque amplifica el sentido de comunidad y fomenta una intervención activa del entorno empresarial en iniciativas de gran trascendencia.
El proyecto asimismo desarrolla iniciativas particulares de acción como Kokoro en Acción, enfocadas en fomentar el voluntariado, y Kokoro Becas, que proporciona asistencia educativa, alimentaria y recreativa a menores en situación de riesgo.
Alianzas estratégicas y compromiso colectivo
Mazda Kokoro está avalada por varios socios estratégicos, tales como Interesse, 123 Lease, Autofinanciamiento MZD, HDI, Quálitas y Atlas. La cooperación con estas instituciones refuerza la sostenibilidad del programa y extiende su cobertura geográfica y temática. Además, la implicación de organizaciones de la sociedad civil especializadas asegura que las acciones estén en consonancia con los estándares de calidad y atención integral a la infancia.
El enfoque de colaboraciones demuestra un principio de responsabilidad compartida donde cada participante —ya sea una empresa, un distribuidor, un socio o una institución colaboradora— contribuye desde su propio ámbito para expandir el impacto del proyecto.
Inversión en la niñez: una apuesta por el futuro
El respaldo a la infancia vulnerable constituye una de las inversiones más significativas para el desarrollo sostenible de cualquier país. Acciones como las promovidas por Mazda Kokoro no solo mejoran la calidad de vida de quienes las reciben, sino que también fortalecen el tejido social, reducen desigualdades estructurales y abren nuevas posibilidades para comunidades enteras.
El modelo que presentó Mazda ilustra cómo una empresa puede alinear sus metas de negocio con una estrategia social que tenga un impacto significativo, creando valor conjunto y fortaleciendo su reputación como un motor de cambio.
Mediante esta estrategia, Mazda Kokoro supera el enfoque convencional de compromiso corporativo y se consolida como un medio que impacta vidas, un esfuerzo donde cada aporte se convierte en una posibilidad tangible para crear un futuro más justo y colaborativo.